“MANUSCRITO DE UN ERMITAÑO”
Autor:
E. Fernando Fonseca Z.
Biografía: Nació
en Iquitos en 1947. Ha publicado los poemarios “Tiempo y poesía” (1990) y “Orquídea roja” (1993) y actualmente, con “Manuscrito
de un ermitaño”, da solidez al rumbo personal que su poesía ha ido gestando, un
estilo pausado, de largo aliento y bucólica sensibilidad.
Participó en diferentes
encuentros, en el II Festival de la Canción de Indiana (1993), en el V
Encuentro Nacional de Escritores Peruanos "Carlos Eduardo Zavaleta" –
Caraz (1994) y en el evento “Amazonia, Mitos y Leyendas” que auspició la Alianza
Francesa de Iquitos (1994).
Comentario de la obra:
“Manuscrito de un Ermitaño”,
es el resultado de una vivencia que cual lava misteriosa emerge ágil y valiente
arrasando con sus versos las duras piedras de la insensibilidad humana. Así, formando
busca llegar a la conciencia del hombre cuando escribe.
Luis Baltasar Castro Novoa
El poemario contiene los siguientes poemas:
- Metáfora
- Leyes naturales
- Mi creencia
- Reo del verso
- El
camino
- Pre batalla
- Destino
- Ortiga reseca
- Escribiendo
- Una flor oculta
- Homenaje
- Agitando el eco
- Existencia
- Al desnudo
- El lapicero
- Cansa llorar
- El libro
- Una chispa
- Geografía extraña
- Vivo
- Hablo
- Libertad de palabras
- Análisis racional
- Hoy
- Terrenal
- Cada segundo
- Historia
- Hagamos paréntesis
- Observación
- ¿Un mundo mejor?
- Hablar de la tierra
- Mi vida
- Las astillas del silencio
- Carne y huesos
- Fisiócrata
- El perro
- Rumor
- Semilla viviente
- Espejo del tiempo
Lectura:
“EL CAMINO”
Nunca quise ser igual en un día
empiezo corriendo la
mañana
soñando todavía en
un amor que se fue
y me distraigo con placer
vigilando
hijuelos de plátanos
que no contengan gusanos
y se enciende mi
carne
entre un río callado
de agua roja
así es mi camino
donde estoy
modestamente
viviendo
hay tantas cosas que
a veces se me pasan
pero, juró más,
quiero estar tranquilo
para pensar en el
vano esfuerzo
que hace el inocente
en arrancar la raíz
corrupta
de los hombres
buscar entre la niebla
a Dios,
el hombre es
estrella luz
alumbra cuando arden
su alma amor puro
en pocas palabras
vivir en el caudal
de una germinación resucitada
en una tarde
amarillenta
donde no se marchita
la hierba
pero esto no es
duradero.
La tranquilidad dura
una jornada
mitad alegría
mitad dolor
y de algún modo el
espíritu
de las cosas bellas
vibran
dejando un pétalo de
razones
en el alma
rastrillada
y pluralmente las
últimas aromas
persisten quedarse
en una tierra de
mortales de pasos apurados
y lo veo, toce una
máquina por falta de gasolina
entre un domingo que
se llevó la campana
muchos ruidos
y toda esperanza del
hombre que está fijada en su
Libertad
¡Libertad! Que
renace en el hombre que cree
y en la azul lejanía
crecen estrellas
lejanas
relumbran en los
ojos abiertos
y la sonoridad de un
canto entre
un tímpano infantil
y la nueva sangre Amazónica
florece el mes
soleado
la siembra que
abultará el mercado de frutos
y todavía el biólogo
injerta en la vida
una yema adormecida.
E. Fernando Fonseca Z.
Muy bueno
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