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LIC. MICHEL BARDALES GARCÍA - Especialidad de Lengua y Literatura - Profesor del Área de Comunicación. Poeta, escritor y maestro difusor de la Literatura Amazónica. - Correos: setilx@hotmail.com / arpaganus@gmail.com

miércoles, 25 de febrero de 2015

HABITANTES DEL AMOR Y OTROS TEMORES

 “HABITANTES DEL AMOR Y OTROS TEMORES”



Autor: Patrick Pareja Flores

Biografía: nació en Iquitos, Perú, bajo el sopor del verde interminable, el 15 junio de 1985. Sus padres son Evita flores Caballero y Nicolás pareja guillen. Hizo sus estudios primarios en la I.E.P.M Menelao Mesa López. Cursó la secundaria en el Colegio Nacional de Iquitos (CNI), donde comenzó su interés por la literatura. A los 18 años inició sus estudios superiores en educación, especialidad de comunicación, en el Instituto Superior Pedagógico Público Loreto (ISPPL), donde se graduó en el segundo lugar del tercio superior de la promoción 2008.

Vive en Iquitos al lado de su pareja Mariela Vela Rodríguez y del fruto de su amor Yamillé Alexia Mariel.
Actualmente, labora como docente contratado y participa del Programa de Complementación Universitaria en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle - La Cantuta, sede de Iquitos.

Comentario sobre la obra:

Patrick Pareja recién empieza su imaginario poético con "habitantes del amor y otros temores". Un libro donde quiera que se rebusque entre páginas, y más aún, entre los resquicios de los versos, el lector va a encontrar de frente y a contramano al hombre y su conflicto cósmico. El poeta, muy acometido en provocar desbarajustes, se explaya, y dice, emocionado: "es un libro que me llena de ilusiones, ¡vaya que sí!, Aquí, los instintos y las oscuridades del ser están debidamente cotejadas y expuestos en su desnudez a través de la palabra".

Así es, donde quiera "aletea" la noticia humana. "Habitantes del amor y otros temores" es un interesante poemario acerca de Eros y Thanatos.

Tierra, cielo, infierno: trilogía que tupe el poemario "habitantes del amor y otros temores".

Ningún libro literario es una falla intelectual, sino un juicio de valores y creencias, y crítica de uno mismo. Patrick Pareja, poeta emergente – jabato  vinculado a "la tribu de los impuros", para sorna de los insuflados copleros -, con su poemario "habitantes del amor y otros temores" acaba de instalarse en el páramo de las inseguridades y de los fuegos del fuego.

Que el poeta Patrick pareja siga con sus visiones. Y que se aferre a la poesía que es lo único que tiene el poeta. No necesita más.

(Alvaro Ique Ramírez – Fort Myers, USA, 7 de junio de 2014)


El poemario está estructurado en tres secciones:

1. Habitantes

- Habitantes
- Palabras
- Escritos del pasado

2. Del amor

- No calles
- Ella
- Mírame
- Prisa
- Algo de ti
- Tres cosas desprotegidas
- Duda
- Una dádiva ¿tuya?
- Mentías
- Pasión, locura, desengaño
- Lágrimas
- Tú sin mí
- Promesas
- Febrero 14
- Obsesión
- Búsqueda
- Viaje
- Extrañeza de una noción
- Cómo no amar

3. Y otros temores

- Nadie
- Espejos
- Recuerdos
- Pena
- Muchas veces, muerto
- Nadie es culpable
- ¿A dónde vamos, hombre?
- Aguas quietas
- Cuando se espera
- Prejuicio
- Los años de mamá
- Un ser: un poco de barro
- Letanía
- ¡Qué quieres!
- Escala
- Al final de la ribera

Lectura de muestra:

“ALGO DE TI”
-------

conozco, casi todo, de ti.
Conozco tu quimba deseable,
tus fisuras desleales,
tus pronunciados puntos,
tus labios amables,
tus pícaros dientes,
tus quisquillosos ojos,
tus imberbes rincones,
tus húmedas prisiones,
tu casto lunar,
tus fiables maromas,
tus ávidas fusiones,
tu rancia fragancia,
tu fingida ignorancia,
tu perniciosa agonía…
pero… algo me falta.

Sé, también,
de tus querellas consanguíneas,
de tu pasado labriego,
de tu ritmo citadino,
de tu jactante lascivia,
de tus caricias reprobadas,
de tus temores flexibles,
de tus plagios insospechados,
de tus ansias reprimidas,
de tus complejos extemporáneos,
de tu precaria actividad,
de tus cantinelas cantadas,
de tus anhelos enclaustrados,
de tu notable parquedad…
como oyes,
conozco, casi todo, de ti.
Pero algo me falta,
algo muy importante:
tu nombre.
Me falta un hombre.


"LÁGRIMAS"
--------
Salinidad acuosa
vierte de tu rostro.

Marcas el paño mío
sin misericordia
y mis iniciales hebradas por ti
esconden tu lindeza.

Pides callar mi exaltada fonética,
oír tu sonora elegía,
atender tus titilantes manos,
acoger tus delirantes brazos,
recibir tu impetuoso cuerpo.
Encorvado, enmudecido, enajenado…
Lo hago.

Si deseas adquirir el poemario, puedes contactarte con el autor Patrick Pareja Flores:

Teléfono: (065) 26 15 06
Celular (RPM): #966639392
Correo electrónico: panicoflores@hotmail.com



martes, 17 de febrero de 2015

MANUSCRITO DE UN ERMITAÑO

“MANUSCRITO DE UN ERMITAÑO”



Autor: E. Fernando Fonseca Z.

Biografía: Nació en Iquitos en 1947. Ha publicado los poemarios “Tiempo y poesía” (1990) y  “Orquídea roja” (1993) y actualmente, con “Manuscrito de un ermitaño”, da solidez al rumbo personal que su poesía ha ido gestando, un estilo pausado, de largo aliento y bucólica sensibilidad.

Participó en diferentes encuentros, en el II Festival de la Canción de Indiana (1993), en el V Encuentro Nacional de Escritores Peruanos "Carlos Eduardo Zavaleta" – Caraz (1994) y en el evento “Amazonia, Mitos y Leyendas” que auspició la Alianza Francesa de Iquitos (1994).

Comentario de la obra:

“Manuscrito de un Ermitaño”, es el resultado de una vivencia que cual lava misteriosa emerge ágil y valiente arrasando con sus versos las duras piedras de la insensibilidad humana. Así, formando busca llegar a la conciencia del hombre cuando escribe.
Luis Baltasar Castro Novoa


El poemario contiene los siguientes poemas:

- Metáfora
- Leyes naturales
- Mi creencia
- Reo del verso
- El camino
- Pre batalla
- Destino
- Ortiga reseca
- Escribiendo
- Una flor oculta
- Homenaje
- Agitando el eco
- Existencia
- Al desnudo
- El lapicero
- Cansa llorar
- El libro
- Una chispa
- Geografía extraña
- Vivo
- Hablo
- Libertad de palabras
- Análisis racional
- Hoy
- Terrenal
- Cada segundo
- Historia
- Hagamos paréntesis
- Observación
- ¿Un mundo mejor?
- Hablar de la tierra
- Mi vida
- Las astillas del silencio
- Carne y huesos
- Fisiócrata
- El perro
- Rumor
- Semilla viviente
- Espejo del tiempo

Lectura:

“EL CAMINO”

Nunca quise ser igual en un día
empiezo corriendo la mañana
soñando todavía en un amor que se fue
y me distraigo con placer vigilando
hijuelos de plátanos que no contengan gusanos
y se enciende mi carne
entre un río callado de agua roja
así es mi camino donde estoy
modestamente viviendo
hay tantas cosas que a veces se me pasan
pero, juró más, quiero estar tranquilo
para pensar en el vano esfuerzo
que hace el inocente
en arrancar la raíz corrupta
de los hombres
buscar entre la niebla a Dios,
el hombre es estrella luz
alumbra cuando arden su alma amor puro
en pocas palabras
vivir en el caudal de una germinación resucitada
en una tarde amarillenta
donde no se marchita la hierba
pero esto no es duradero.
La tranquilidad dura una jornada
mitad alegría
mitad dolor
y de algún modo el espíritu
de las cosas bellas vibran
dejando un pétalo de razones
en el alma rastrillada
y pluralmente las últimas aromas
persisten quedarse
en una tierra de mortales de pasos apurados
y lo veo, toce una máquina por falta de gasolina
entre un domingo que se llevó la campana
muchos ruidos
y toda esperanza del hombre que está fijada en su
Libertad
¡Libertad! Que renace en el hombre que cree
y en la azul lejanía
crecen estrellas lejanas
relumbran en los ojos abiertos
y la sonoridad de un canto entre
un tímpano infantil
y la nueva sangre Amazónica
florece el mes soleado
la siembra que abultará el mercado de frutos
y todavía el biólogo injerta en la vida
una yema adormecida.


                                                                                 E. Fernando Fonseca Z.

EL ANDANTE EN YARINACOCHA


“EL ANDANTE EN YARINACOCHA”



Autor: Percy Vilchez Vela

Biografía: Nació en Panguana (1960), un antiguo pueblo ribereño del Amazonas. Es fundador del grupo cultural “URCUTUTU” de Iquitos. Ha optado por la poesía y la literatura general. Conjuntamente con Ana Valera ha publicado el poemario "el sol despedazado" (1991). Su actividad intelectual está enriquecida con un intenso trabajo periodístico, de crítica literaria y de investigación histórica.

Su primer libro fue el poemario: “El Andante en Yarinacocha”. Luego editó el libro de ensayo: “El Linaje de los Orígenes”, historia desconocida de los Iquito. Posteriormente el libro de cuentos: “Inquilinos de las Sombras” y “Los Dueños de Astros Ajenos”. En la actualidad, reside en Iquitos donde labora en varios medios escritos del lugar. Tiene tres novelas inéditas.

Este poemario está dividido en cuatro secciones denominadas:

- PRIMERA ORILLA (Poema I, II, III, IV, V)
- SEGUNDA ORILLA (Poema VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII, XIII, XIV)
- TERCERA ORILLA (Poema XV, XVI, XVII, XVIII, XIX)
- CUARTA ORILLA (Poema XX, XXI, XXII, XXIII, XXIV, XXV, XXVI, XXVII, XXVIII, XXIX, XXX)

Lectura:

POEMA III
(PRIMERA ORILLA)

En el inicio del tiempo no había canoa ritual.
Los itinerantes avanzaban a tiendas
por los peldaños imperfectos
entonces fue que apareció la embarcación
cósmica, surcando el caudaloso
río del cielo
y comandado por el incandescente Bari.
No había ya páramo en los márgenes finales
y hacia el atardecer del sol ordenó
atracar en la orilla anunciada.
La primera canoa como cuerpo de hembra
que duerme desnuda en el lago.
Diosa labrada en la madera.
Doncella cavada al fuego abrasador.
Las estrellas alumbraron su proa ornamentada,
sus curvas ceremoniales.
Iniciaron la travesía de muchas lunaciones
hacia la salinera
y los descubrimientos de ríos
antes que los dioses extraños enviarán carabelas
o barcos fantasmales.
En los altares permanentes el sol
deja los rastros de su tránsito insondable,
y es abundante el dominio
de la donación propagada.
Y todos los días avanzan canoeras
como andantes fluviales.



lunes, 16 de febrero de 2015

LA HUIMBA

“LA HUIMBA”



Autor: Armando Almeida Nacimento

Biografía: Nació en Orán el 22 de Marzo de 1962. Francisco Almeida Saavedra y Ángela Nacimento Lima son sus padres. LA educación primaria lo cursó en el Instituto Experimental  N° 21, hoy I.E.  61010. La secundaria en a MORB. Es titulado en Filosofía e Historia.

Pertenece al grupo literario JAVIER HERAUD junto a Fernando Fonseca, Eleazar Huansi Pino, Carlos Fuller, Remigio Reátegui, Jorge Rojas, Juan Sicchar, entre otros.

Armando Almeida es un activo promotor cultural. Ejerce el magisterio comprometido en Orán. Su poesía asume la temática social y romántica, con un lenguaje sencillo, pero sin perder su fuerza poética.

El poemario está estructurado de la siguiente manera:

I. VAMOS AL CAMPO

- Vamos al campo
- Engendremos la tierra
- La vida es hermosa
- Arquitectura popular
- A remo surcamos
- Amazonía
- El amanecer es más hermoso
- La peloteada
- La despedida de los nuestros
- Planta una casa
- Indiana es una Orquídea
-  La Huimba
- Patria y poesía
- Hay días
- OMSIOGE
- Decreto

II. EL SECRETO DE LAS PALOMAS

- La estación del amor
- Como orquídeas rojas
- El amor
- Los días del amor
- Tarea
- Palomita piel de cielo
- Secreto para conquistar una paloma
- Poema del beso puro
- Es posible sembrar palomas
- El adiós
- Constancia
- Hombre
- Mujer

III. CANTO AL SOL DEL PUEBLO

- La estación venidera
- La estación del sol
- Aquí también
- La cosecha de tus días
- Tiempos nuevos
- Testimonio
- Juventud
- Con la paz entre las manos
- La luz de tu palabra
- Runcato
- En balsa venimos
- Verano de 1866
- A los héroes populares
- Canto al sol del pueblo
- Coniu puyara
- Con la vida.

Lectura:

“INDIANA ES UNA ORQUÍDEA”

Sobre la toldilla
en medio de ancho río
la brisa que levanta tus cabellos
Son caricias
que dan en el fondo
de un buenos días.

Casas en hileras, verdes lomas
ir y venir de gente laboriosa
vamos pasando.

Ansiosos espiamos cada momento
y saliendo al recodo de Mazán
como un espejo entre los montes
reverbera nuestro destino feliz.

Igual que las orquídeas
Indiana crece en las alturas.
Indiana es una orquídea
que crece en las alturas.

Y siempre habrá una balsa
que remolque río arriba tus esperanzas.

En Indiana se inquietan fecundos días
ya amanece por la plaza el Amazonas.

Solo los que aman tienen razón
y hay tantos viajes al final

de cada despedida.

LA VENGANZA DEL MOTELO

LA VENGANZA DEL MOTELO


VÍCTOR MOREY
( )
M
amá motelo, preparaba esa mañana, la comida del motelito, socarrón, alegre, preguntón y rencoroso. Al lado de la madre, esperaba su ración, dando pasos lento y oteando el ambiente. De pronto, paróse delante de la mamá y le preguntó a boca de jarro:
- ¿Qué ha pasado con mi padre, mamá?
- El tigre lo ha comido, hijo – le contestó la madre-, por eso, debes crecer para vengar su muerte-añadió al momento de alcanzarle su comida.
El motelito, parpadeó varias veces indeciso y se puso a comer. Una vez que hubo terminado, pensativo con pasos vacilantes, se retiró, dirigióse al bosque a recostarse sobre la fresca hierba.
Esta ya por quedarse dormido, cuando apareció el tigre, y acercándose al motelito, le preguntó mimoso:
- ¿Eres tú el motelito hijo, no es verdad?
- Sí, soy yo – le contestó malhumorado.
- ¿Y qué has comido amiguito?
- Mi madre siempre me convida pan de árbol.
- ¿Y es rico el pan de árbol?
- Bonito es su sabor. ¿No quieres probar un pedacito que he guardado?- y, sacando del resquicio de la concha, le alcanzó una almendra del pan de árbol.
El tigre, lo probó y luego le dijo, relamiéndose:
- ¡Hummm!, en verdad es muy rico con razón lo comes todos los días. Y dime, Motelito. ¿Con tan rica comida, cuándo te haces grande para comerte?
- Yo no puedo crecer, solo tengo diez años todavía, le respondió algo amedrentado. Entonces el tigre, al notar su enojo y su turbación, cambió de tema preguntándole:
- ¿Cogerías una fruta para mí, Motelito? Quiero probar más de tu comida, que es muy sabrosa.
- Bueno, voy a coger una pata ti - Dicho esto, el motelito comenzó a trepar un árbol de pan, recomendando al tigre que no mirase arriba mientras subía. Si me miras, me vas a derribar- añadió volviendo la cabeza.
- No voy a mirar,- le contestó el tigre-. Tú mismo has de derribar un pan de árbol mientras yo espero. Más al poco rato, le preguntó:
- ¿Ya has llegado?
- No todavía, falta poco. Cuando encuentre uno bien maduro te lo voy a alcanzar. ¡No me mires! Tigre, que me puedes derribar, repetía a cada momento el motelito tratando de ubicarse sobre una alta rama, precisamente sobre el tigre, el que con la cabeza gacha esperaba tranquilo.
- ¿Llegaste ya?- volvió a preguntarle sin despegar los ojos del suelo.
- Todavía no; ya estoy cerquita, espera nomás, ¡no me mires!
Al tiempo de advertirle esta última recomendación el motelito después de acomodarse justamente sobre el tigre, se desplomó desde lo alto cayendo sobre él y destrozándole la cabeza por el fuerte golpe de su caída. El tigre cayó fulminado y el motelito vengativo, sentenció de esta manera:
- ¡Bien, hecho! Ahí estás estirado, ahora aguanta, porque has comido a mi padre. ¡Así lo que querido!

Otro día, la mamá motelo, estaba curando a sus nietos de <<cuchipe>>, peán, -enfermedad que constituye un flagelo en la selva- echándole brea caliente sobre las heridas.
De pronto, un tremendo tigre viejo, se acercó a la motelo y saludándole muy cortés, le preguntó:
- ¿Qué haces mamá motelo?
- Estoy curando a mis nietos su cuchipe- le contestó.
-  Me permites descansar a tu lado n ratito,- volvió a preguntar  el tigre, chasqueando su lengua como quien paladea un manjar.
- Bueno, -le contestó recelosa la Motelo, -ahí tienes la hamaca.
Luego, y cuando el tigre se acomodó de un salto en la red de <<chambira>>, le recomendó con cierta malicia: -No duermas de costado porque vas a tener malos sueños. Échate de espaldas y abre la boca para que respires mejor- añadió.
El viejo y complaciente tigre, haciéndole caso, se acomodó boca arriba y al rato estaba roncando.
Entonces el motelito apareció ante la llamada de la madre. Se acercó cautelosamente y tomando la mocahua de brea hirviendo, la vació en la boca abierta, con lo que el tigre saltó de la hamaca cayendo al suelo revolcándose en estertores de agonía, estiró las patas, lanzando tremendos rugidos de dolor, hasta que expiró.
El motelito vengativo, sentenció también esta vez, danzando alrededor del viejo tigre:
- ¡Bien hecho! Ahí estas estirado. Ahora aguanta, porque has comido a mi padre. ¡Así lo que querido!

En otra ocasión, el motelito, recostado en su hamaca, hacía música, tocando su cajita sonora, con tanto compás y sincronizado ritmo, que atrajo la curiosidad de un joven y lustroso tigre que pasaba en esos momentos por la morada de mamá motelo. Encantado por la bizarría del tamborileo que ejercitaba el motelito en su rústico instrumento, se acercó hasta la hamaca y le preguntó.
- ¿Qué tocas, motelito, que suena tan bonito?
- Es mi juguetito- le contestó el motelito volteando la cabeza para mirar al intruso.
- ¿Y, dónde has conseguido ese juguetito?
- Con candela lo han fabricado- respondióle mientras el tigre avanzaba embelesado a curiosear el artefacto sonoro.
- ¿No quieres venderme tu juguete, motelito?
- No, procura tú también sacarlo con candela como yo lo he conseguido. En un tinajón, mi madre me ha quemado para sacarlo para mí.
Fue entonces que el curioso tigrecito corrió donde su madre y mandaron preparar un tinajón de su porte. Luego acarreó leña, tal como le instruyera el motelito, y metiéndose  dentro, mandó atizar la candela. Al poco rato, sintió que el fuego cada vez más vivado, comenzaba a quemarle, y, lanzando un grito desesperado y gritó:
- ¡Ya me quemo, no aguanto esta quemazón! Y, saltando dentro de la tinaja, pugnaba por salir del horno que se había preparado.
El motelito que presenciaba la peregrina ocurrencia de su invento, trató de alentarlo diciéndole:
- No seas dejado, falta todavía, no te vayas a morir por el calor; así como se saca el juguito. No te quejes tanto, yo he resistido más que tú ese calor, cuando recibas tu juguete, retirare la tinaja del fuego.
En ese momento, las altas llamas que rodeaban el tinajón, furiosamente atizadas por el motelito, llegaron a sofocar al tigre que pataleaba dentro, hasta que se rompió en mil pedazos, cayendo el incauto cachorro sobre las brasas y carbonizándose al momento que lanzaba horribles rugidos de dolor.

Entonces, el motelito, gritó alborozado al ver muerto al tercero de los tigres que había comido a su padre. Y danzando alrededor del humeante cuerpo, sentenció, como era su costumbre.
- ¡Bien hecho! Recoge tu juguetito ahora. Ahí estás renegrido y quemado vivo. ¡Aguanta! Porque has comido a mi padre. ¡Así lo que querido!
Aquella tarde, el motelito danzó hasta que la noche envolvió la tierra con manta negra.


FIN