"EL AMOR Y LOS CUATRO ESPEJOS DE LA LOCURA"
De Michel Bardales García
BIOGRAFÍA
MICHEL BARDALES GARCÍA, poeta, narrador, amante
del arte y maestro difusor de la literatura amazónica. Descubrió en su infancia
su enorme afición artística y literaria luego de la marcada lectura de la obra
“El principito”. Realizó sus estudios superiores en la “Universidad Nacional de
la Amazonía Peruana” donde perteneció a los elencos de teatro universitario “Quiquincak”
y al “Taller Artístico Teatral - UNAP”. Posteriormente, fue director escénico de
talleres de teatro escolar y del grupo independiente “Colónida Teatro”.
Actualmente dirige talleres de redacción de cuento y poesía revalorando la
temática amazónica.
Es autor de los poemarios “El enigma de los
sueños”, “El amor y los cuatro espejos de la locura”, libros de cuentos “Los
tres silbidos”, “El tambor de la lupuna”
y textos académicos de nivel pre-universitario.
CONTENIDO DEL LIBRO:
ESPEJO PRIMERO
- LA MANO DEL POETA SOL
- EL VENDEDOR DE SUEÑOS
- LA MUÑEQUITA DE PAPEL
- EL POETA Y LA MANO QUE NO SABÍA NADAR
ESPEJO SEGUNDO
- TRES MONEDAS Y
UN SOLO DESEO
- LA SONRISA Y EL JINETE DE ALMOHADAS
- PALABRAS VIAJERAS
ESPEJO TERCERO
- TRES MONEDAS LANZADAS
- CARACOL
- EL POETA Y LA MONEDA GASTADA
- LA MIRADA QUE SE CONVIRTIÓ EN MUJER
- MATANZAS DEL SILENCIO
ESPEJO CUARTO
- EL DEDO METICHE
- GOTAS DE ESPERANZA
- LA CAJITA DE LOS SUEÑOS PERDIDOS
- EL AMOR Y LOS CUATRO ESPEJOS DE LA LOCURA
Pedidos al autor:
Teléfono: 997252450
E-mail: setilx@hotmail.com
Facebook: Michel Bardales García.
Lectura:
“PALABRAS
VIAJERAS”
Quise imaginarte amando mis palabras
pero las ventanas quedaron abiertas
y entró el silencio abrazado en el viento
que entró como una brisa de inseguridad.
Se apoderó de todo lo que en mi corazón existía,
y siendo una brisa suave, me sorprendió escribiéndote
todas esas palabras que has leído hasta hoy.
Ese silencio gritó a mis oídos
que esas palabras no serán adoptadas por tus ojos
porque una mirada mía
regresó con ella porque cerraste tus puertas
y la dejaste sola esperando un incierto final.
Pero aun así, te envié mis palabras
y estas fueron decoradas en sobres blancos
y tocaron tus puertas
y te mostraron sus colores
que por un momento les diste vida.
Cuando quisieron entregarte su amor
cerraste sus sobres moliendo sus dedos
que quisieron tocar tu mejilla.
¡Lloraron!
Quise imaginarte amando mis palabras
pero las ventanas quedaron abiertas
y entró el silencio abrazado en el viento
que entró como una brisa de inseguridad.
Se apoderó de todo lo que en mi corazón existía,
y siendo una brisa suave, me sorprendió escribiéndote
todas esas palabras que has leído hasta hoy.
Ese silencio gritó a mis oídos
que esas palabras no serán adoptadas por tus ojos
porque una mirada mía
regresó con ella porque cerraste tus puertas
y la dejaste sola esperando un incierto final.
Pero aun así, te envié mis palabras
y estas fueron decoradas en sobres blancos
y tocaron tus puertas
y te mostraron sus colores
que por un momento les diste vida.
Cuando quisieron entregarte su amor
cerraste sus sobres moliendo sus dedos
que quisieron tocar tu mejilla.
¡Lloraron!
El viento las escuchó.
— ¡Vengan mis niñas! —
Les habló suavemente abrigándolas en sus faldas
y llegaron a mí una noche como hoy,
una muy fría y lluviosa.
Fue una noche que aún recuerdo
y que me dicta este
dolor que plasmé
viéndolas mojadas y resignadas
a no viajar nuevamente
hacia ti.
Sé que no las recibiste
Sé que no las recibiste
como ellas lo hicieron
contigo.
Seguramente, ni habrás notado
Seguramente, ni habrás notado
que esos sobres están
vacíos
y que ya no tienen a esas palabras que el viento
me trajo porque no las supiste querer.
Si algún día,
y que ya no tienen a esas palabras que el viento
me trajo porque no las supiste querer.
Si algún día,
si alguna vez,
te interesa saber dónde están…
¡Aquí duermen!
Aquí los tengo cobijados
en mis manos
luego de practicar en mis labios
lo mucho que te pudieron decir.
luego de practicar en mis labios
lo mucho que te pudieron decir.
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